Según la tradición, las primeras palabras que cruzaron Fernando Cortés y Motecuhzoma II fueron cuando el primero le preguntó al Tlahtoani:
-¿Acaso eres tú? ¿Es que ya eres tú? ¿En verdad que eres tú Motecuhzoma?
A lo que el mexica respondió:
-Sí, soy yo
A lo que el mexica respondió:
-Sí, soy yo
Así se dio el encuentro que cambiaría el mundo.